domingo, 17 de marzo de 2013

Sobre Pizarnik.


Los trabajo y las noches, 1965.
Extracción de la piedra de locura, 1968.

Cómo comentar la escritura de Pizarnik sin tener en cuenta su vida es imposible, sus textos son autobiográficos. Sin embargo, creo que existe una trampa para el lector. Ella fue una escritora sumamente cuidadosa de oficio, no escribía en sus ratos libres como un pasatiempo o de forma paralela a otra actividad. No. La escritura era su trabajo y este hecho era puesto en la escena del texto.
Creo que ella juega con el género autobiográfico, o mejor trabaja, pues jugar posee una connotación positiva que es ajena a Pizarnik. Como primer punto, señalo su nombre: su nombre de pila era Flora, no Alejandra. ¿Por qué el uso de seudónimo? Creo que hay una intención deliberada de construirse como artista vanguardista, y usar su vida como gesto. Claro, que me refiero a su vida en el texto, la cual se alimenta de su vida real, como en cualquier otro escritor, pero creo que generalmente se lee a Pizarnik con un aura misteriosa, mítica, prejuiciosa y creo que esto se debe justamente uno de sus logros constructivos: la imagen de autora: de escritora maldita.

Leo el gesto del seudónimo como una una forma de vincularse a la vanguardia, creando una imagen de escritora que trabaja en la tensión vida-arte, característica de las vanguardias históricas. Dentro de estos movimientos, su filiación es hacia el surrealismo y el absurdo, dos estéticas que buscan lo que está fuera del orden racional, lógico.

"Poema" inicia Los trabajos y las noches:

Tú eliges el lugar de la herida
en donde hablamos nuestro silencio.
Tú haces de mi vida
esta ceremonia demasiado pura.


Yo y tú se reúnen en la escritura, el acto de escribir es un "ceremonia", un acto ritualizado mediante el que se sacraliza "mi vida": la conjunción, la comunión mejor mediante la que la autora trabaja a "Alejandra". Si no fuera por los poemas restantes del libro creo que también podría ser pensado que el tú refiere al lector, quien junto a la autora abren "la herida".

En segundo lugar, llamar "herida" al poema muestra algo de los rasgos de la estética de Pizarnik (pizarnikiana?), la escritura es dolorosa e imposible: "hablamos nuestro silencio". ¿Quizás el silencio sea la lectura? Como herida la escritura remueve la superficie del yo, escarba en el hasta llegar a un nosotros no anterior pero que se encuentra escondido o debajo del yo. La apertura de este espacio imposible se logra en muchos de sus textos mediante contradicciones, oposiciones, conflictos, antinomias, siempre existe una dualidad en la escritura que da cuenta de sus capas: una superficie y una profundidad que se perciben  gracias a la incoherencia producida por el oxímoron.

Esta apertura permite percibir eso otro, más no decirlo y "lo indecible", aquello que escapa a la racionalidad del sujeto es uno de los temas de Pizarnik. Su importancia radica en que remite a lo puro, y en esto entra lo dicho sobre sacralización: ¿es la escencia pura en sí, o es purificada por la ceremonia? Lo puro y lo esencial tienen que ver con lo sintético de sus poemas, breves, casi como aforismos, también en ello actúa el silencio: el espacio en blanco en la hoja que rodea al poema e incluso la brevedad por necesidad de cubrir la herida dolorosa.

Me interesa descubrir el uso de algunas figuras que se repiten en sus poemas. Las lilas, el muro, la sed, pájaros y jaulas, y muchas otros términos repetidos a en su obra, más allá de los libros nombrados al inicio, son utilizados como símbolos que acumulan sentido en la linealidad de los textos, aunque nunca llegan a definirse: otra vez más, lo indecible.

El muro en Los trabajos y las noches.

"Quien alumbra": Cuando me miras / mis ojos son llaves, / el muro tiene secretos, /mi temor palabras, poemas. / Sólo tú haces de mi memoria / una viajera fascinada, / un fuego incesante.

"Nombrarte":  No el poema de tu ausencia, / sólo un dibujo, una grieta en un muro, / algo en el viento, un sabor amargo.

"Madrugada": Desnudo soñando una noche solar. / He yacido días animales. / El viento y la lluvia me borraron / como a un fuego, como a un poema / escrito en un muro.

"Cuarto solo": Si te atreves a sorprender / la verdad de esta vieja pared; / y sus fisuras, desgarraduras, / formando rostros, esfinges, / manos, clepsidras, / seguramente vendrá / una presencia para tu sed, / probablemente partirá / esta ausencia que te bebe.

"La verdad de esta vieja pared": que es frío es verde que también se mueve / llama jadea grazna es halo es hielo / hilos vibran tiemblan / hilos / es verde estoy muriendo/ es muro es mero muro es mudo mira muerte.

"El muro", es construido como superficie que más allá de limitar y marcar diferencias entre un allá y aca, entre un yo y otro, permite ver inscripciones en el, grietas que filtran y comunican un lado con el otro. Es en el último de los poemas citado donde mejor se muestra la función irracionalista sobre la superficie del muro, ya que el uso aliterativo y la ruptura del sentido semático abren la lectura hacia lo indecible.


Las lilas en Los trabajos y las noches y Extracción de la piedra de locura

"Reconocimiento": Tú haces el silencio de las lilas que aletean / en mi tragedia del viento en el corazón. / Tú hiciste de mi vida un cuento para niños / en donde naufragios y muertes / son pretextos de ceremonias adorables.

"Infancia": Hora en que la yerba crece / en la memoria del caballo. / El viento pronuncia discursos ingenuos / en honor de las lilas, / y alguien entra en la muerte con los ojos abiertos / como Alicia en el país de lo ya visto.

"Anillos de ceniza": Son mis voces cantando / para que no canten ellos, / los amordazados grismente en el alba, / los vestidos de pájaro desolado en la lluvia. // Hay, en la espera, / un rumor a lila rompiéndose. / Y hay, cuando viene el día, / una partición del sol en pequeños soles negros. / Y cuando es de noche, siempre, / una tribu de palabras mutiladas / busca asilo en mi garganta, / para que no canten ellos, / los funestos, los dueños del silencio.


"Vertigos o contemplacion de algo que termina" (de Extracción):  Esta lila se deshoja. / Desde si misma cae / y oculta su antigua sombra. / He de morir de cosas así.


"Las lilas": es complejo, su sentido es atado al movimiento del viento, al deshoje, al jardín. Las lilas cargan con un sentido de algo que es arrastrado, del naufragio, la inclemencia que son puestos en juego en otros poemas. Las lilas son, en la asociación con otros términos: un rumor, una fragilidad que se quiebra. Quizás, algo exquisito. Son también, como toda flor, metáfora de mujer, y por lo tanto, del sujeto textual.

Otro símbolo que acumula significaciones es "la sed":

"Encuentro": Alguien entra en el silencio y me abandona. / Ahora la soledad no está sola. / Tú hablas como la noche. / Te anuncias como la sed.

"Los trabajos y las noches": para reconocer en la sed mi emblema / para significar el único sueño / para no sustentarme nunca de nuevo en el amor / he sido toda ofrenda / un puro errar / de loba en el bosque / en la noche de los cuerpos // para decir la palabra inocente. /

"Moradas": En la mano crispada de un muerto, / en la memoria de un loco, / en la tristeza de un niño, / en la mano que busca el vaso, / en el vaso inalcanzable, / en la sed de siempre.

La sed, emblema: ansia, necesidad de satisfacción que proviene del cuerpo, no es controlada conscientemente.


Bibliografía recomendad:

Aira, Cesar: Alejandra Pizarnik.
Moia, Isabel: Entrevista a Alejandra Pizarnik, en El ortiba.
Piña, Cristina: Alejandra Pizarnik.


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